
“Nos encontramos con abusos descomunales”, aseguró Rodríguez en diálogo con CNN Radio Rosario, al detallar que los controles surgieron por orden del ministro Gustavo Puccini y del gobernador Maximiliano Pullaro. La funcionaria destacó que las irregularidades detectadas implicaban facturas de hasta $300.000 mensuales que eran subsidiadas con fondos públicos. Estimó que con los recursos recuperados podría financiarse una estación transformadora de alta tensión, por un valor cercano a los $20.000 millones.
Además, Rodríguez confirmó que la empresa está auditando otras 18.000 tarifas sociales, en paralelo con un plan de detección de fraude y hurto de energía. “Reducimos en más del 50% las pérdidas por conexiones irregulares”, afirmó.
La titular de EPE también destacó un cambio de enfoque dentro de la empresa. Se implementaron GPS en vehículos y sistemas biométricos de control horario para el personal, medidas que permiten optimizar el uso de recursos públicos. “Queremos demostrar que el Estado puede ser eficiente”, subrayó.
Por otro lado, se refirió al vínculo con desarrolladores inmobiliarios, asegurando que trabajan en conjunto para resolver demoras históricas en conexiones eléctricas en edificios. “Por cada año de desinversión en infraestructura, necesitamos cuatro para ponernos al día”, graficó.
Respecto al vandalismo, indicó que sigue siendo un problema, especialmente en Rosario, aunque hubo una mejora gracias al trabajo coordinado con el Ministerio de Seguridad.
Finalmente, Rodríguez afirmó que EPE es la empresa más grande de la provincia, con más de 1.300.000 usuarios, y una de las más importantes de Latinoamérica por su infraestructura. “Cada peso que recuperamos por control y eficiencia lo reinvertimos en obra pública”, concluyó.