matrimonio narco

Una boda, tres muertes y una fuga

Tras más de dos años prófugos, extraditan desde Paraguay a los novios vinculados al triple crimen de Ibarlucea y a una banda narco con base en Rosario. La Justicia tendrá ahora la oportunidad de esclarecer responsabilidades.

El casamiento de Esteban “Pinky” Rocha y Brisa Leguizamón parecía una celebración lujosa, casi de película. Pero antes de que amaneciera, una familia entera —padre, madre e hija— fue asesinada tras asistir al evento. Ahora, los novios que huyeron a Paraguay serán juzgados por la Justicia argentina.

Aquel 29 de enero de 2022, en un salón de fiestas de Ibarlucea, se celebraba el casamiento de Rocha y Leguizamón. Ambos ya eran conocidos en el ambiente narco de Rosario, y entre los invitados no faltaban nombres vinculados al negocio de la droga. Horas después de que terminara la fiesta, Iván Giménez, su pareja Érica Romero y la beba de ambos, Elena, fueron emboscados y ejecutados. La violencia fue tal que dejó un sello imborrable en una ciudad habituada a los crímenes por encargo.

La investigación judicial indica que la familia asesinada habría sido señalada como responsable de una pérdida millonaria de cocaína, lo que habría desatado la represalia. Los autores materiales del triple crimen aún no fueron identificados, pero sí quedó claro que alguien dentro de la fiesta aportó información clave para la emboscada.

Desde ese día, los flamantes esposos desaparecieron. Fueron detenidos casi un año después en un bar de Asunción, por pedido de captura internacional. Están acusados de liderar una red de narcomenudeo con base en el barrio La Cerámica de Rosario, y de haber eludido varias decisiones judiciales, incluyendo arrestos domiciliarios y excarcelaciones polémicas.

La extradición de Rocha y Leguizamón no solo reactiva el caso del triple crimen, sino que también pone en evidencia cómo el narcotráfico permea capas de la vida cotidiana con total impunidad. La Justicia tendrá ahora la oportunidad de esclarecer responsabilidades y de demostrar que ni el amor ni las fugas alcanzan para burlar la ley.