
Enumeraciones que incluían dos conjunciones copulativas (“y”), gerundios para casos en los que lo correcto es conjugar un verbo, inútiles comas y subordinadas, así como una redacción general que por momentos bien podría confundirse con el siempre barroco subgénero de la prensa oficial, fueron quitados -en buena medida- de los textos que serán propuestos para la reforma de la Constitución, en el último filtro posible: la Comisión Redactora.
En sesión conjunta con su par de Régimen Municipal, Derecho a la Ciudad y Ordenamiento Territorial se hicieron esfuerzos por lograr en los dictámenes una redacción “clara, precisa y concisa”, como dicen el abc del texto informativo en la prensa gráfica y cualquier (desusado ya) manual de estilo para periodistas. En rigor, técnica legislativa mediante, se encontraron las formas imperativas para que las oraciones resulten más naturales.
Al fin, con esmero y aportes de todas las bancadas, la futura Constitución se libró de mayúsculas para sustantivos comunes como “concejales” (¿se habrá hecho otro tanto con “diputados” y “senadores”?), se evitaron redundancias y se apartaron de los futuros nuevos artículos del régimen de autonomía municipal a las situaciones de transición que requerirán de una ley especial, por ejemplo para el dictado de cartas orgánicas municipales. Se optó por un criterio saludable, para que cada párrafo sea de una lectura más sencilla se trasladaron esas aclaraciones al lugar que se merecen, el de las cláusulas transitorias, que no son más que la adaptación prevista para el paso de la actual Constitución a la de 2025.
Los redactores trabajaron durante el mediodía de este lunes 1ro de septiembre y también discutieron, aunque no llegaron a nuevos acuerdos más allá del oficialismo, sobre un aspecto en el que más importan los números que las palabras: los recursos. Ese aspecto complementa a los futuros municipios autónomos, de más de 10 mil habitantes.
Los integrantes de las dos comisiones comenzaron a trabajar pasadas las 11.30 y para las 14.15 desocuparon el recinto de la Cámara de Diputados, que así quedó libre para una nueva sesión plenaria de los 69 convencionales.