El Ministerio Público de la Acusación imputó este martes a F.L., empleado municipal asignado al área de Farmacia del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), por una serie de hechos de hurto consumado y tentado, además de incumplimiento de deberes de custodia de sustancias medicinales. La audiencia se realizó en el Centro de Justicia Penal y estuvo a cargo del fiscal José Luis Caterina.
El juez de primera instancia Pérez de Urrechu tuvo por formalizada la imputación y dispuso la prisión preventiva por 30 días, al considerar acreditados los riesgos procesales y la gravedad de las conductas investigadas.
Según la acusación, el 7 de noviembre el imputado intentó sustraer nueve cajas de guantes de examinación —cada una con cien unidades— ocultándolas en su mochila. La maniobra fue detectada y denunciada por la Oficina de Legales de la Secretaría de Salud Pública. En el marco de una investigación previa por hechos similares, la Fiscalía ordenó su inmediata detención.
El lunes siguiente, cuando F.L. regresó a su lugar de trabajo, personal de Asuntos Internos concurrió al hospital y ejecutó la orden de arresto. Durante la pesquisa se constató que el empleado también habría sustraído 200 catéteres intravenosos, que fueron hallados el 10 de noviembre dentro de su automóvil —un Ford Fiesta— estacionado frente al HECA. En el interior del vehículo también se encontraron medicamentos e insumos varios, entre ellos pastillas de diferentes colores distribuidas en tubos y frascos.
Ese mismo día, y mediante un allanamiento en el domicilio de un familiar del imputado, los investigadores secuestraron hojas de bisturí y un pote de gel conductor, elementos que también pertenecerían al hospital y cuya sustracción aún se encuentra en etapa de precisión temporal.
Con la medida cautelar vigente, la Fiscalía continuará reuniendo evidencia en el marco de un expediente que compromete bienes esenciales para la atención médica de emergencias en el principal hospital público de la ciudad.
