El especialista en política brasileña Gustavo Segré analizó el resultado de las recientes elecciones presidenciales en el vecino país y su repercusión en Argentina.
“Las encuestadoras la pifiaron todas, la calle mostraba otra cosa, no esa supuesta diferencia de 15 puntos a favor de Lula”, comenzó diciendo Segré. “A nivel legislativo, el partido de Bolsonaro fue claro ganador: quórum propio y mayoría simple en ambas cámaras federales, lo que le permite, si se alía con los partidos de centro, poder pedir el juicio político de un miembro de la Corte Suprema o del propio presidente”.
El dato no es menor, ya que “en el caso de que asuma Lula, tendrá un freno legislativo para un montón de cosas que propone el candidato de la izquierda”.
Justamente, “al despejarse la posibilidad de grandes reformas estructurales, los mercados brasileños respondieron en alza a esta primera vuelta”, mencionó, agregando que “los resultados económicos del gobierno de Bolsonaro en los últimos meses representan una conquista que Brasil no tiene hace 42 años: crecer más que China y EE.UU. con una tasa de inflación menor a esos dos países.”
Además, el analista internacional marcó que “Lula se jugaba tanto a ganar en primera vuelta que los resultados rumbo al balotaje no son tomados como un triunfo por sus allegados.”
“De acá al 30 de octubre, fecha de la segunda vuelta, pueden pasar muchas cosas. Hay apoyos institucionales que ambos candidatos están consiguiendo y que hay que ver como se traducen a votos”, relató Segré.
Por ejemplo, “Fernando Henrique Cardoso apoya a Lula, mientras que su partido, el PSDB dejó en libertad a sus electores. Simone Tebet, que salió tercera, también apoya a Lula; su partido, el MDB dejó en libertad a sus electores. El socialismo de Ciro Gomes también apoya al candidato del PT”, añadió, en tanto que “Bolsonaro tiene el apoyo de los gobernadores de Sao Paulo, Minas Gerais, Rio de Janeiro y Paraná.”
Asimismo, previó que “ambos van a tener la estrategia de ir hacia el centro en la segunda vuelta.”
Economía
El periodista vaticinó que “si gana Bolsonaro, la economía seguirá por el camino liberal, ortodoxo, con un congreso favorable a las reformas que el presidente actual aún quiere hacer, por ejemplo, la tributaria”, mientras que “las reformas económicas y laborales que quiere Lula tendrían que pasar por el congreso porque serían reformas constitucionales, y se le dificultaría.”
La relación con Argentina
Finalmente, Segré dijo que “si gana Lula, tendremos un año de Lula intentando reforzar la izquierda argentina, el kirchnerismo. Con Bolsonaro seguiría todo igual que ahora. Pero todo cambiaría con la posibilidad de un cambio de signo político en nuestro país en 2023.”