“Está claro que el acuerdo con el Fondo es restrictivo, implica una reducción del déficit fiscal. Este año terminamos con un 2,5 de déficit y el próximo año, según el presupuesto, 1,9%. En Argentina hoy el gran problema son los precios, y cuánta gente con o sin trabajo, con o sin planes, no llega a fin de mes y por eso se endeuda. Estoy muy preocupado por las deudas de las familias”, expresó en diálogo con Aire de Mañana, de Guillermo Panizza.
“Está el decreto que se ha establecido de, además de no dar más altas en el plan Potenciar Trabajo, es el tema de darle prioridad en las obras de infraestructuras básicas a las cooperativas. Hay que urbanizar 5.600 barrios, y mucho de eso es gente que vive en los mismos barrios y se puede organizar para hacerlo”, agregó.
Según el diputado, “no veo un fenómeno de explosión social pero si de implosión, de gente con mucha dificultad, que reviente para adentro. Eso hace que la violencia suba de 0 a 10 en segundos. Mucha gente tensionada, preocupada, a la que le cuesta llegar a fin de mes”.
“Después del 2001 hemos aprendido que hay una gran cobertura de programas y asistencia del Estado. Hay escuelas, iglesias, instituciones colaborando. Se requieren apoyos económicos, bonos, pero insisto que no veo riesgo de explosión social”, indicó.
Además, señaló que “con escuchar la gente que hace cola en Anses, buscando el bono, marca la dificultad. Es un bono de $45.000 dividido en dos partes, para personas que no solo están en situación de indigencia sino que no tienen cobertura del Estado. Hubiera sido importante que eso llegue antes. Me parece que hay que discutir profundamente que pasa con la población que no tiene ingresos en Argentina”.
En este sentido, habló de las tres probables soluciones: “Un camino es reducir la jornada laboral, pero no lo veo acá porque tenemos un 45% de informalidad. Lo segundo es establecer un ingreso universal ciudadano, que creo que hacia allí va América Latina en los próximos años; y un tercer camino es la flexibilización laboral, que Argentina ya lo hizo y terminó mal”.
Arroyo expresó que “yo voy a un barrio, camino 20 metros y me agarran para decirme que lo que en un lugar sale 400 pesos, en otro sale 800 y en otro 1200. Hay un problema grave de referencias. No es lo mismo la canasta básica de alimentos que el resto de cosas. La canasta básica, que son los que en esencia compramos todos, deberían tener otra regla. Si se logra ese mecanismo de que durante 90 días se pueda estabilizar el precio, va a operar como referencia para el resto del sistema”.
Al mismo tiempo, destacó que “en Argentina hemos logrado sostener la paz social. En aquel momento todos tiramos para adelante, en los distintos espacios políticos del Frente y en las organizaciones más críticas del espacio coincidíamos en la asistencia a comedores y demás medidas. Está claro que hoy hay miradas distintas, pero no creo que eso esté afectando la gestión”.
También señaló que “soy de la idea de discutir a puertas cerradas, creo en el esquema de mesa de trabajo para plantear las cosas. Lo que creo es que tenemos una experiencia de una coalición de gobierno con distintas miradas, y así como se gobierna hoy en Argentina serán los próximos 5 o 6 gobiernos del país. Y está pasando en América Latina. Nadie va a tener un 70% de los votos, quien gobierne lo hará con una diversidad de acuerdos y sectores”.
“Creo seriamente que la elección del año que viene es ciencia ficción. Faltan pocos meses pero faltan muchas cosas: ver cómo evolucionan las tarifas, si se puede bajar la inflación, bajo que condiciones se van a dar… En América Latina, las últimas elecciones se decidieron muy sobre la hora”, cerró.
Fuente: CNN Radio