La carne es por lejos la comida predilecta en las carnicerías y supermercados. El último informe de la Fundación Mediterránea mostraba que cada argentino consume 52 kilos promedio de carne por año y en comparación con el resto del mundo, Argentina ocupa el primer puesto en este ranking, seguida por Estados Unidos con 37,8 kilos por persona y Brasil 35,7 kilos per cápita. Este resultado se da a pesar de una baja generalizada del consumo histórico del producto y la recesión que aprieta los bolsillos de los clientes. “La situación está bastante complicada como el resto de las actividades”, apuntó Juan Ramos, presidente de la Asociación de Carniceros de Rosario.
El comerciante aseguró que los cortes no sufrieron mayores aumentos en el último semestre, aunque apuntó una grave preocupación por los costos y la carga impositiva “que hacen que la rentabilidad sea cada vez menor”. En este contexto, Ramos explicó: “Nadie quiere aumentar, todos achican los márgenes”.
Para el representante carnicero el aumento de los combustibles pega directamente en el precio ya que el transporte tiene una fuerte incidencia en este rubro. “De la hacienda va al frigorífico, un flete; del frigorífico a la faena, otro flete; de la faena pasa a otro cámara y de ahí a la carnicería, dos transportes más”, enumeró el comerciante y destacó a la energía eléctrica como otro factor importante en el precio final.
En la actualidad Rosario cuenta con algo más de 1.000 carnicerías, otro tanto (no relevadas por la cámara, en autoservicios o supermercados. Atrás quedó el pico de 2.200 comercios exclusivos de este producto: “Hoy se tuvo que diversificar el negocio para tener productos llamadores porque tener una estructura de carnicería sola ya no funciona”.
La opción que se mantiene y el que avanza
“Es una elección bastante firme”, señaló Ramos y agregó un incremento en el consumo de la carne porcina: “Es algo que la gente lo lleva y lo está empezando ya a tener como una variante también de comida”.
Ramos se mostró contundente al decretar el fin de las compras quincenales o mensuales, por consecuencia en la actualidad los clientes compran “para el día y según el dinero que dispongan”.
Retraso importante
Juan Ramos expuso un retraso en el precio de la carne cercano al 30%, pero sin titubear afirmó que no se esperan nuevo aumento y menos de tal magnitud
“Si vos tenes la carne barata en un contexto de que las otras cosas te mantienen, no hay problema. La carne no aumenta porque no hay venta, y todo lo que rodea a la carne sí sigue aumentando, entonces vos quedas en un cuello de botella”, esgrimió el representante de los comercios.
En la otra dirección la carne aviar con aumento quincenales y hasta semanales que rondan el 5%. “En el pollo hay tantas variantes de calidad de pollo, que tenes diferencias de un 10 o 20 por ciento en el precio por cajón y eso se debe a la calidad o si vienen congelados”, detalló Ramos.