La diputada provincial Amalia Granata quedó en la mira del peronismo santafesino por el tuit que escribió sobre el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Kirchner: “Todo armado que pantomima!!! ya no saben qué hacer para victimizarla!”, publicó. La respuesta no tardó en llegar: el diputado y jefe del bloque del PJ Leandro Busatto fue el primero en salir a pedir su expulsión de la Legislatura. Luego con más formalidad se sumó la legisladora kirchnerista Paola Bravo, quien presentó este martes un proyecto de resolución para pedir la exclusión del cuerpo legislativo de Granata, y anunció que pedirá el tratamiento sobre tablas en la sesión de mañana jueves.
“La verdad que yo estoy muy tranquila, pero me parece que es muy peligroso para la República, para la democracia, que dos diputados no opinen como yo y que ingresen un proyecto de expulsión”, le dijo Granata a Marcelo Fernández, en el programa Con sentido común, de CNN Radio Rosario.
“Más allá de que me expulsen o no, yo sería una anécdota: acá lo peligroso es el mensaje de que ‘si no pensás como yo te expulso’. Me parece que están tocando una fibra muy que roza lo border de un parlamento, que es la democracia y la inmunidad de palabra y la República, el reglamento y la Constitución. Lo que hacen es gravísimo. No sé si lo hacen por brutos, lo hacen porque quieren prensa, si lo hacen porque realmente entienden que opinar diferente es tener odio e incitar a la violencia. La verdad que desconozco, lo que me parece grave es el ‘no me gusta como pensás y te echo’”, expresó la legisladora.
Granata trazó una comparación con el caso del senador Armando Traferri, quien se ampara en sus fueros para no ponerse a disposición de la Justicia, que tiene pruebas sobre su activa participación en el negocio del juego clandestino: “Aparecés en escuchas, los fiscales te están pidiendo el desafuero porque tienen pruebas contundentes y tenés la posibilidad de ir preso pero de ese tema no hablan, lo esconden debajo la mesa y lo dejan (a Traferri) con fueros ejerciendo la función cuando está acusado de delitos graves y además con pruebas contundentes”.
La diputada subrayó que considera un “desatino” que la Legislatura trate su pedido de expulsión del cuerpo “cuando en la provincia suceden cosas complicadas, y sobre todo en la ciudad de Rosario con la violencia y las muertes”. En ese sentido, agregó: “No los veo muy preocupados ingresando proyectos por la seguridad. Entonces me preocuparía como votante y ciudadano que los que me están representando en un parlamento estén pensando en un tuit de una compañera, en expulsarla y no en sesionar con las cosas que están pasando en la provincia”.
También se mostró sorprendida por el poco acompañamiento público que recibió de parte del mundo de la política. “Solamente salió el senador Enrico a decir, lo que me pareció muy atinado, que yo tendría que pedir una moción de privilegio en la sesión para manifestar el acoso que estoy sufriendo y la extorsión. O sea, no borrás el tuit, no pedís disculpas, no firmás el manifiesto que ellos hicieron solidarizándose con la vicepresidenta, te metemos varios pedidos de expulsión para que se trate y te expulsamos. Es realmente peligroso, antidemocrático, roza la extorsión y el escrache, la exposición hacia mi persona”.
“Se juntaron en el ámbito legislativo, el viernes pasado, para firmar un comunicado de solidaridad con la vicepresidenta y como yo no lo quise firmar, porque estoy en todo mi derecho, hoy pretenden echarme -señaló-. Muchos hacen silencio y lamento que así sea porque nosotros somos la voz del pueblo. Estamos para expresarnos a favor o en contra. Lamento el silencio de muchos, sí me hablan en privado, se solidarizan conmigo, pero me parece que como representantes del pueblo tenemos salir a expresarnos y a luchar por nuestros ideales y valores que son por los que la gente nos votó”.
Sobre qué tiene previsto para la sesión de mañana, donde se buscará tratar el pedido de expulsión ingresado por el kirchnerismo, Granata consideró: “Va a ser una falta de respeto para la gente que pidan la palabra para hablar de mí, para denostarme. Esto seguramente va a pasar y lamento mucho perder el tiempo por un tuit y no sesionar por los problemas de la provincia. Me parece que esta chica (por la diputada diputada Paola Bravo) que ingresó el proyecto y el diputado (Leandro Busatto) deberían ingresar proyectos más interesantes que tengan que ver con la inflación, con la inseguridad, con el retorno de los chicos a la escuela, porque han abandonado muchísimos chicos con la pandemia en la provincia y con los paros. El tema es el tuit de Amalia, cómo la echamos”.
Al mismo tiempo aclaró que no hará nada para impedir que el tema sea tratado en la sesión. “Yo no puedo manejar la democracia del parlamento, si piden la palabra y perdemos el tiempo. Ya me sucedió cuando fue el tema de la comunidad trans, que yo voté en contra de efectivizar la hormonización. Dijeron que era transfóbica, que generaba odio. El Inadi me mandó una carta en lenguaje inclusivo y el Concejo de Rosario hizo una sesión especial para repudiarme. ¡Como si en Rosario no pasaran cosas graves! Ésa es la dirigencia política que está ocupando una banca y perdiendo el tiempo cuando la gente la pasa mal”.
“La gente me da fuerza”
A pesar de no haber recibido respaldos explícitos desde la política, Granata aseguró que siente el acompañamiento de la gente. “Todo esto me da más fuerza, sobre todo porque camino mucho por la calle, la gente me llama y me da fuerza, me dice ‘flaca, no bajés los brazos, te bancamos, seguí así’. Entiendo que hay una casta, como dice Milei, que cuando entra una persona disruptiva que dice lo que piensa molesta. Molesta que alguien venga a poner en evidencia los privilegios. Voy a seguir y me involucré en política por esto. Ojalá haya más personas que se quieran involucrar y que quieran participar desde afuera, que esté limpia y no contaminada de esta política encubridora, de esta casta o clan que se cubre entre ellos”.
Por último, sobre su futuro en la política, aseguró que todavía no definió si el año que viene buscará la reelección en la Cámara de Diputados. “El año que viene me sentaré a evaluar si primero tengo fuerzas, que espero tenerlas para seguir porque la verdad que el cuerpo me pasa factura: tengo gastritis, no puedo mover el cuello, me agarran jaquecas… eso es por el estrés que genera este tipo de situaciones y es por lo que creo que ellos hacen todo lo que hacen, para que uno diga basta. El año que viene me sentaré a recapacitar, la idea es recuperar fuerzas y meditar, hacer algún deporte para descargar y seguir en la lucha. Si les damos el gusto ellos van a seguir ahí y las cosas no van a cambiar. Espero que Dios me dé la fuerza y la salud para volver a presentarme y seguir luchando por lo que quiero, que Argentina sea, una República como debe ser y nos merecemos”.