El senador nacional Dionisio Scarpín confirmó que será candidato a gobernador por Juntos por el Cambio, por lo que hay que anotarlo entre quienes ya hicieron pública sus aspiraciones en el armado opositor para 2023. Así lo confirmó en diálogo con Marcelo Fernández en el programa Así Estamos, que se emite por Telefe Rosario los domingos a la medianoche.
“Voy a ser candidato a gobernador, y creo que Juntos por el Cambio tiene una gran oportunidad. La provincia no está bien, el gobierno de Perotti no es bueno, pero estoy convencido de que podemos hacer las cosas muchísimo mejor”, se entusiasmó Scarpín, quien aseguró que apuesta al armado del llamado frente de frentes opositor. “Somos muchos los que trabajamos para que el bloque opositor sea más grande. El frente de frentes, como se lo conoce, es la primera estrategia que queremos llevar adelante; si funciona, vamos todos para ese lado. Si el frente de frentes no se concreta, Juntos por el Cambio igualmente puede ganar las elecciones. Que la oposición esté reunida sería una muy buena señal para la sociedad”.
Para Scarpín no deberían surgir complicaciones a la hora de gobernar con tantas fuerzas políticas reunidas en una sola gestión “si se pone en claro todo sobre la mesa”. Y abundó: “Poner las cosas en claro lleva tiempo porque hay que hablar sobre educación, producción, seguridad, inclusión… y a partir del 11 de diciembre hay que empezar a tomar decisiones”.
Sobre la forma en que se debe afrontar el problema de la inseguridad en Rosario y el resto de la provincia, aseguró que “con una acción aislada no se solucionan los problemas, como trayendo gendarmes o reforzando la Justicia Federal”.
“Hay que hacer un plan que involucre todos los puntos mencionados –siguió–. Cuando hablamos de mejorar los niveles de seguridad también tiene que ver la cuestión social. Y, por supuesto, la fuerza de seguridad provincial, tema en el que el gobierno de Santa Fe no hace absolutamente nada; hay que empezar por lo básico, que es personal, capacitación, móviles y una Policía comprometida que responda por los ciudadanos. Es lo que hizo la Ciudad de Buenos Aires”.
En esa misma línea, fue crítico con la gestión del gobierno provincial actual: “Nadie sabe por qué Perotti no hace lo que tiene que hacer. Ganó las elecciones prometiendo orden. En diciembre del año pasado estuvimos reunidos con él y el ministro de Seguridad y le preguntamos cuál era el plan. No había plan. Ni siquiera invierten los recursos que la Legislatura les aprobó. En mayo nos volvimos a reunir y no mostró nada, y eso se ve en la calle: no se está haciendo nada”.
Todos unidos
Scarpín destacó que desde el Congreso de la Nación trabajan los legisladores santafesinos de forma conjunta para conseguir que la Justicia Federal de la provincia tenga más recursos. “En eso no hay grieta”, aseguró. Y siguió: “Hay pocos antecedentes de que legisladores santafesinos de distintos partidos nos hayamos reunido, como hicimos ahora, para trabajar sobre la inseguridad y para mejorar a la Justicia federal de nuestra provincia. En lo personal, estoy trabajando mucho para que en el Congreso de la Nación podamos fortalecer la ‘santafesinidad’, por decirlo de alguna manera”.
Enseguida admitió que “los cordobeses trabajan mucho mejor que los santafesinos en la defensa de los intereses provinciales”. Y agregó: “También las provincias del sur, las petroleras, que trabajaron mucho para que el corte del biodiésel no fuera del 10 por ciento como dice la ley sino del 5 por ciento. Empujaron tanto todos juntos que incluso lograron que legisladores santafesinos votaran en contra de Santa Fe. Por eso estoy trabajando mucho para mejorar eso, incluso con Mirabella y con otros diputados y senadores empujamos por las cosas que son de Santa Fe. Ése es el camino de nuestra provincia en el Congreso”.
De todas maneras, reconoció que “cuesta horrores” hacerles entender a los senadores y diputados de las otras provincias la necesidad que tiene Santa Fe de mejorar los recursos en seguridad. “Otras provincias quizás también tengan la misma necesidad, pero la urgencia está acá. Empujamos para concientizar pero cuesta mucho. Hemos hecho un evento en el Senado con la presencia de distintos referentes de la sociedad civil de Rosario y Santa Fe para empujar por el fortalecimiento judicial en nuestra provincia. Queremos que los legisladores de otras provincias vean que estamos unidos”.
Scarpín se mostró optimista sobre el futuro de Santa Fe, a pesar de la violencia y la inseguridad que la atraviesa con crudeza. “La provincia tiene un engranaje productivo que sigue funcionando. Pero hay que mejorar muchas cosas; por ejemplo, las rutas de acceso a los puertos son las mismas de toda la vida, y no es que afectan a los camioneros sino también a los vecinos. Santa Fe tiene mucho para crecer desde el punto de vista productivo. Pero tiene que acompañar la macroeconomía. Hay empresas que han parado su producción porque no pueden importar, ¿por qué no pueden importar?, porque el gobierno argentino no tiene plata, ¿por qué no tiene plata?, porque se la gastó toda. La fiesta del populismo se terminó. El Banco Central no tiene plata, entonces van a generar un nuevo dólar soja para poder pasar las Fiestas; la maquinita de la emisión se recalentó y no se puede emitir más porque la inflación es del 100 por ciento; y desde afuera ya no prestan porque no confían. Ante esta crisis tenemos una gran oportunidad de dejar de tirar la plata a cualquier lado”, señaló.
La institucionalidad en jaque
La aprobación en el Senado de la Nación de la designación de Martín Doñate como representante en el Consejo de la Magistratura, impulsada por la vicepresidenta Cristina Fernández sin atender una decisión de la Corte Suprema, fue considerada por Scarpín como “un antecedente muy grave para la democracia”.
“Cristina pone en jaque a las instituciones justo cuando vamos a cumplir 40 años del regreso de la democracia. Estas cosas deberían estar superadas, pero ella tiene una obsesión: dominar la Justicia y lograr impunidad. Por eso hace cualquier cosa, incluso desoír un mandato de la Corte Suprema”, sostuvo.
“Estas cosas son peligrosas no sólo desde el aspecto institucional, sino que también afectan la vida diaria de los argentinos. Cuando alguien se empeña en que no haya seguridad jurídica en un país desalienta las inversiones”, concluyó.