“Por más que la política se esmeró en arruinarlo, el festejo fue espectacular. Podría haber contribuido a que fuera mejor. Alberto Fernández miente: ellos insistieron en que fueran a la Casa Rosada y empeoraron todo”, expresó el analista en La Mañana de CNN.
En este sentido, Novaro consideró que los dirigentes “generaron desconfianza y tensión con la AFA”.
“Había un apriete alevoso y patético”, explicó, y dijo que “como presidente no fue capaz de entender que no iban a hacerse los festejos en la Rosada…”.
“Si no es una movilización de ellos, la desprecian. Para un peronista de izquierda que haya una movilización popular y no sea propia es inadmisible”, lanzó Novaro, al tiempo que opinó: “Es muy caprichoso porque era obvio que no iban a poder manipular las celebraciones”.
Y finalizó: “La política no logró arruinar los festejos. Es una vergüenza que le echen la culpa a Claudio Tapia y los jugadores”.