
En la tarde del martes, minutos después de las 18, un llamado activó el protocolo policial en el departamento San Jerónimo. Una avioneta había realizado una maniobra de emergencia y aterrizado en un potrero, a unos 7 kilómetros al sur de la localidad santafesina de Estación Díaz. Cuando el personal de la Comisaría 11ª llegó al lugar, confirmó que la aeronave estaba desocupada. No había rastro de los tripulantes. Solo pastizales, tierra removida y un rumor: los hombres habrían escapado a pie.
Así comenzó una noche de película
El jefe de la Unidad Regional XV, Juan Martín Farías, relató que inmediatamente se activó un operativo cerrojo: se bloquearon los accesos, se desplegaron móviles de distintas unidades de la Policía de Santa Fe —Seguridad Vial, Guardia Rural Los Pumas, Bomberos Zapadores— y se sumó personal especializado en rastreo. También intervino un helicóptero de la Policía Federal, y la Brigada Can inició rastrillajes en la zona.
“La noche ya caía, pero no se frenó la búsqueda. Finalmente, se logró ubicar a los dos tripulantes escondidos entre pastizales, cerca de las vías del ferrocarril. Fueron detenidos y trasladados a distintas dependencias”, explicó Farías.
Ambos hombres, mayores de edad y de nacionalidades boliviana y peruana, quedaron a disposición del juez federal y del fiscal en turno. En la requisa, se secuestraron 30.500 dólares, 6.700 pesos argentinos, 450 bolivianos, un GPS Garmin, una antena satelital Starlink, teléfonos celulares, un cargador con cartuchos calibre 9 mm y varios bidones de combustible dentro de la avioneta modelo Cessna 182 Skyline. Horas más tarde, también apareció una valija con ropa.
Consultado sobre posibles conexiones con narcotráfico, el jefe policial fue cauto: “No descartamos ninguna hipótesis. Se está trabajando. Los perros rastreadores continúan en la zona”. Farías también recordó antecedentes similares en la región, como el aterrizaje de una avioneta en Andino, donde se incautó droga tras la huida del piloto.
La investigación sigue su curso bajo estricta reserva. El lugar permanece bajo vigilancia y los rastrillajes continúan en Estación Díaz, Carrizales (Estación Clarke) y zonas aledañas. “Los pasos a seguir dependen de las directivas del juez”, concluyó Farías, quien destacó la coordinación y rapidez del operativo para evitar que los tripulantes se fugaran.
En el silencio rural, la pista improvisada dejó más preguntas que respuestas. Pero algo es seguro: la ruta de esta avioneta no terminó en tierra. Ahora, recorre los pasillos de la Justicia Federal.