María Soledad Aramendi es presidente de la Sociedad Rural de Rosario y primera mujer en la historia de la institución en ser electa para el cargo, en diálogo con Tal y Cual por CNN Radio Rosario habló sobre la reunión mantenida entre la Mesa de Enlace y el Gobierno y sobre la delicada situación que atraviesa el campo, sobre todo en lo que respecta a la Ganadería.
“La verdad que los productores se sienten indignados, se sienten enojados. Las medidas, nos parece que no escucharon realmente las demandas, porque las medidas anunciadas en realidad forman parte de lo que contempla la Ley Nacional de Emergencia Agropecuaria y obviamente también lo que es la Ley de Emergencia Agropecuaria a nivel provincial”. Y agregó: “el campo argentino, lo que solicita hace largo tiempo, es que le saquen esta presión fiscal confiscatoria que tiene, que es lo que lo ha dejado en una situación que ha perdido la espalda para poder sobrellevar situaciones extremas como es esta sequía.”, afirma Aramendi.
“La situación es muy crítica. Estamos haciendo estudios de estimaciones agropecuarias de los diferentes departamentos de la provincia, que a la brevedad ya vamos a informar”, afirmó.
En este sentido explicó que si bien “ha llovido en gran parte, no ha sido parejo, el norte de la provincia todavía no ha recibido lluvias”. Además, Aramendi reconoció que ha habido pérdidas irreversibles en siembra de primera, especialmente en trigo y legumbres.
“Todo lo que ha sido de “agosto a abril está perdido”, pero en lo que ha sido en siembras de segunda algunas cosas se pueden llegar a salvar”, señaló.
Más allá de las medidas o los intentos de gobierno nacional de idear soluciones para la ganadería, el problema para Aramendi es el acceso al agua, porque el agua que se encontró en napas tiene salitre y arsénico y ésto ocasiona la mortandad de animales.
“El campo que solicita para desarrollar el interior del país, necesitamos políticas públicas productivas a mediano y largo plazo e infraestructura”, afirma la dirigente rural. “Hay que pensar medidas a corto y largo plazo para garantizar agua dulce para consumo humano para ganadería y agricultura”, subrayó.
En cuanto a las necesidades del campo, Aramanedi puntualizó algunas: el cese de las intervenciones distorsivas en los mercados, la eliminación de los anticipos. “Quién puede pagar anticipos de ganancia, cuando vos perdiste tu inversión”.
Asimismo, puntualizó la tasa de caminos, que depende de cada localidad. “Necesitamos que cada que cada municipio revea su situación porque los productores están a pérdidas y pagan carísimas tasas, más que los inmobiliarios”, exhortó.
“Necesitamos medidas estructurales para que de alguna forma el productor logre tener oxígeno y pueda volver a invertir”, afirmó la dirigente rural, a la vez que reconoció que el campo “es el motor productivo del interior del país” y que “muchísimas actividades dependen directa o indirectamente” del sector.