Administración y equilibrio financiero
El punto de partida fue un escenario adverso: una ciudad con 16 puntos de deuda y 13 de déficit. Con la pandemia como contexto inicial, la administración municipal aplicó un decreto de austeridad y ordenamiento de cuentas que permitió revertir esa tendencia.
Hoy, Rosario redujo su deuda al 3,4% —destinada enteramente a obras de pavimento definitivo— y logró enviar por quinto año consecutivo un presupuesto con superávit. Esa estabilidad se tradujo en capacidad de inversión: los recursos destinados a bienes de capital pasaron del 3% al 12,4% con fondos propios, más un aporte provincial similar, lo que eleva la inversión total a casi 23 puntos del presupuesto.
Transformación urbana y obra pública
Las obras dejaron de ser anuncios para convertirse en hechos visibles. En el noroeste, la provincia ejecuta la pista y la nueva terminal del aeropuerto, que se conectará a la ciudad por la renovada avenida Jorge Newbery. Esta intervención, considerada “revolucionaria” por su impacto, incluye un emisario pluvial clave para resolver problemas históricos de inundación.
La zona se complementa con proyectos privados como el desarrollo de Rossetti, nueva iluminación en Hostal del Sol y San Eduardo, y la pavimentación definitiva de la avenida Baigorria, que unirá el aeropuerto con la ruta 34.
Renovación del sur y desarrollo territorial
El sur rosarino vive una transformación profunda. Allí se ejecutan 66 obras, entre ellas la finalización del Hospital Regional Sur, la cascada del Saladillo, el pavimento definitivo en barrio Irigoyen, la avenida Ayacucho y la Villa Olímpica, que tras los Juegos se convertirá en viviendas.
También se construye un nuevo complejo de piletas junto al Distrito Sur, se ilumina toda la traza con tecnología LED y se moderniza el Parque Sur, uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad. En paralelo, se erradicaron 78 basurales —con el objetivo de llegar a 120— mediante un plan de “plazas de bolsillo” que recupera terrenos degradados y mejora la seguridad barrial.
Turismo, patrimonio y cultura
Rosario se consolidó como uno de los cinco destinos turísticos más elegidos del país, con una estadía promedio de tres a cuatro días. Para potenciar ese perfil, la ciudad encara una fuerte recuperación del casco histórico y su frente fluvial.
Entre las obras más relevantes se cuentan la restauración del Palacio Municipal, la Catedral y el pasaje Juramento, junto con el avance nacional en el Monumento a la Bandera.
El frente costero suma el nuevo Galpón 17, que ofrecerá una experiencia inmersiva sobre la historia local, y el Galpón 13, convertido en una tecnoteca de 4.000 m² dedicada a la formación en inteligencia artificial, robótica, drones y producción audiovisual.
Además, se avanza en una rambla que unirá la Fluvial con el Parque España, generando un recorrido único sobre el río, acompañado de polos gastronómicos y culturales.
Innovación y tecnología
La creación de la Tecnoteca Rosario, en el Galpón 13, marca un punto de inflexión. El espacio, desarrollado con apoyo del Banco Mundial, permitirá formar jóvenes en economía del conocimiento y nuevas tecnologías, con el objetivo de vincular formación, empleo y desarrollo productivo.
Según la gestión, este tipo de iniciativas no solo potencian la innovación, sino que también impactan en la seguridad social al ofrecer oportunidades laborales concretas a sectores vulnerables.
Movilidad y transporte
Uno de los desafíos más críticos fue sostener el sistema de transporte durante la pandemia y frente a la desigual distribución de subsidios nacionales. La emergencia permitió reordenar líneas y reducir costos, y en septiembre, por primera vez en la historia, la empresa pública de transporte registró resultado operativo positivo.
Pese a la pérdida de subsidios nacionales, se logró mantener una política tarifaria prudente, sin superar la inflación acumulada. Actualmente se incorporan nuevos colectivos y se avanza en acuerdos con empresas de servicios para reparar veredas y calles inmediatamente después de las obras.
Gestión social y seguridad
Con una estructura administrativa más eficiente, la ciudad amplió su red de contención social: se abrieron diez nuevos centros Cuidar, se renovaron doce centros de salud y se crearon dos organismos clave —la Agencia Municipal de Lavado y la Agencia de Prevención de Adicciones—, ambos inéditos a nivel local.
Además, la iluminación LED, los nuevos espacios verdes y las obras en torno a terminales, plazas y corredores urbanos apuntan a fortalecer la seguridad y la convivencia ciudadana.
En números, el balance es contundente: más de 333 obras en ejecución transforman Rosario en una ciudad más integrada, moderna y con una proyección que combina infraestructura, innovación y orgullo local.
