A partir de este lunes, el Gobierno nacional pone en vigencia el nuevo dólar agro para que los agroexportadores y los productores de las economías regionales liquiden divisas y refuercen las reservas del Banco Central.
La medida, que eleva el tipo de cambio diferencial de $211 a $300, regirá hasta el 31 de mayo para el sector sojero. Además, por primera vez, el beneficio incluye a las economías regionales, que implementarán un régimen desde este lunes hasta el 30 de agosto.
Según planteó el ministro de Economía Sergio Massa en su anuncio, la medida persigue dos objetivos centrales: la acumulación de reservas en las arcas del Banco Central y la ayuda para el sector productivo afectado por la sequía.
“Pretendemos que se suspendan ejecuciones fiscales y bancarias, así como las percepciones de adelanto o de anticipo de impuestos que cobra el Estado. Queremos que los productores sientan que el Estado les facilita el acceso al mercado de crédito para una mejor etapa que vendrá en mayo con la llegada de la lluvia”, argumentó Massa.
Según calculó el Secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, la soja y sus derivados aportarán al menos US$5000 durante el mes y medio que dure esta disposición. Mientras que las economías regionales sumarían otros US$3500 millones.
Esta suma supondría una mejora en la performance exportadora de entre el 25% y 30% respecto al promedio liquidado en campañas anteriores, gracias a los incentivos.
La nueva paridad llevaría a que la tonelada de soja se comercie en el mercado local a un valor cercano a los $105.000, sensiblemente por encima de los $70.000 que se ofrecían antes de conocerse la nueva implementación del Programa de Incremento Exportador (PIE).