De acuerdo al último informe de la consultora IDESA, el objetivo de la medida es incentivar la liquidación de divisas. Las expectativas por parte del gobierno es que se logre inducir una liquidación de U$S 5000 millones. Todo esto para recomponer el nivel de reservas del Banco Central. Pero no debemos perder de vista que la escasez de dólares no es solo producto de la baja liquidaciones de exportaciones, sino también del drenaje de reservas incentivado por un dólar oficial a $140.
¿Qué efectos monetarios tiene la medida?
“Si se cumple la meta del gobierno, el Banco Central debería comprar U$S 5000 millones a $200 cada dólar. Esto implica la necesidad de aumentar la emisión en $1.000.000 millones, por encima de otros factores de emisión, principalmente el financiamiento del déficit fiscal del Estado nacional”, señalaron desde IDESA.
Y agregó: “En las condiciones actuales de nuestro país, una emisión de un billón de pesos adicionales representa una operación de muy alto impacto. Especialmente teniendo en cuenta que la población viene demostrando que no desea tener tantos pesos en su poder. Todo el excedente de pesos generado presiona sobre los precios, especialmente sobre el volátil precio del dólar blue”.
Esta mal puesto el foco de las medidas
La nueva medida para aumentar las reservas a través de un aumento de la liquidación de las exportaciones demuestra un error de diagnóstico por parte del gobierno. El problema en argentina no es que falten dólares, sino que sobran pesos. La merma de reservas se produce porque sobran pesos en la economía. Y el principal motivo por el que sobran pesos es porque hay un déficit fiscal desmesurado y sostenido. La preocupación debería ser bajar el gasto público para corregir este déficit fiscal.
No existe artilugio cambiario o financiero que pueda hacer el gobierno que les permita evitar abordar el descalabro fiscal. La única solución es un ordenamiento integral del Estado. Lo urgente es controlar los dos factores que más desestabilizan las cuentas públicas: Los subsidios y el gasto asistencial. Es primordial reducir los subsidios económicos y la enorme cantidad de planes sociales.
A demás, el Estado debe dejar de interferir en funciones provinciales y municipales para así evitar el solapamiento y la duplicación de gastos. Para que la crisis no siga creciendo el gobierno debe equilibrar sus cuentas públicas, en lugar de depender del posible éxito o del dólar soja.