El Tesoro nacional viene haciendo todos los esfuerzos para estirar los plazos de sus colocaciones mensuales de deuda en pesos para que los vencimientos ya puedan ir entrando en el período del próximo gobierno, pero los inversores y el mercado desconfían y los vencimientos se concentran en el corto plazo.
En mayo, por caso, tendrá que renovar otro billón de pesos, monto similar al de abril, un mes en el que pudo refinanciar deuda por el 124% y terminar el cuatrimestre con un neto de 126% en línea con lo que se necesita para cerrar el programa financiero de este año.
En medio de una corrida cambiaria y de tensiones con los mercados, el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, pudo conseguir un neto superior a los $270.000 millones, por encima del $1,1 billones de vencimientos, el monto más elevado desde mediados del año pasado.
“Se logró romper con la tendencia decreciente que mostró el rollover en el primer trimestre”, señaló en un informe reciente la consultora Ecolatina.
La novedad de abril fue que el plazo promedio de colocación fue de 8,3 meses, lo que pudo romper la barrera de los 3,5 a 4,5 meses que se venían registrando hasta aquí. Se consiguió con un bono dual que vence en febrero de 2024. El costo para renovar $1 billón fue pasar a instrumentos indexados el 94% de lo colocado. En el trimestre anterior era el 50%. Y hubo que convalidar tasas más altas, del 135% en el caso de las Letra a Descuento (Ledes).
En mayo, de acuerdo con la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC), el gobierno tendrá que renovar cerca de $1 billón. Los vencimientos más importantes son el 19 de mayo con una Lecer por casi $371.000 millones y el 31 de mayo una Lede por $476.000 millones. El 23 expiran Bontes por unos $140.000 millones.