El Índice de Precios al Consumidor, un indicador clave de la inflación que mide los cambios de precios de una canasta de bienes y servicios, aumentó un 4% en el año que finalizó en mayo.
Eso representa un fuerte retroceso desde el 4,9% de abril y está ligeramente por debajo de las expectativas de los economistas de un aumento del 4,1%, según Refinitiv.
Es el undécimo mes consecutivo que la inflación se ha desacelerado.
Mensualmente, los precios subieron un 0,1%. Los economistas esperaban que los precios aumentaran un 0,2% de abril a mayo.
Una caída en los precios de la energía y una desaceleración en las subidas de los precios de los alimentos ayudaron a reducir la cifra general, al igual que la influencia de lo que se conoce como efectos de base: el año pasado, la inflación marchaba hacia arriba y establecía nuevos máximos de 41 años antes superando el 9,1% en junio.
Si se excluyen los componentes más volátiles de los alimentos y la energía, el IPC subyacente registró un 5,3% en el año, ligeramente por debajo de la lectura anual de abril. Subió un 0,4% mensual.
Las lecturas centrales están en línea con las predicciones de los economistas, según las estimaciones de consenso de Refinitiv.
El mayor contribuyente a la inflación es la categoría de vivienda, que los economistas esperan que caiga en los próximos meses.
Los costos de vivienda, medidos en el CPI, tienden a retrasarse más que otras categorías ya que el BLS recopila datos de alquiler cada seis meses y la mayoría de los alquileres no cambian con demasiada frecuencia. Los datos del sector privado muestran que los alquileres de apartamentos han caído en los últimos meses, lo que sugiere que en el IPC aparecerá un eventual enfriamiento de los precios de la vivienda.
El informe del IPC de este martes se produce cuando los funcionarios de la Reserva Federal se sientan para el primer día de su reunión de formulación de políticas monetarias y es uno de los últimos datos económicos importantes para digerir antes de anunciar su decisión sobre las tasas el miércoles.
Desde marzo de 2022, la Fed ha aumentado su tasa de interés de referencia 10 veces consecutivas en un intento por reducir los niveles históricamente altos de inflación, pero se espera que esta vez detenga esa campaña de aumento.
Actualmente, los mercados cotizan con un 94,2% de probabilidad de que la Fed haga una pausa este miércoles, según CME FedWatch.
